martes, 30 de diciembre de 2014

Hoy toca: Mi arteria coronaria se dilató...

Mi amigo el informático opina que debería estar prohibido venderle un ordenador a alguien como yo. Según él soy la reina de las catástrofes, la princesa del caos...la emperatriz del desastre.
Dice que he cometido los 3 peores fallos.
-Pasar del antivirus.
-No hacer copias de seguridad.
-No llamarlo. (esto último creo que iba con segundas)

La cuestión es que hace unos días entro un virus en mi ordenador, (digo yo que era un virus), que me río yo de la gripe mutante. Lo primero que se me ocurrió fue hacer un reset , al ver que eso no funcionaba decidí profundizar en el asunto. ·Tres horas más tarde pensé que la solución era hacer una recuperación del sistema, craso error!!!
Pero cual fue mi sorpresa que al empezar el proceso el ratón dejó de funcionar y me vi obligada a decir a todo que sí. La recuperación fue radical...en unos minutos había perdido todo lo que tenia guardado. Mis fotos! ¡malditas camaras digitales y maldita yo por no pasarlas a cd!, todos los programas, ¡todo!!!. El ordenador estaba como el primer día, con decirte que hasta me hizo el paseíllo de bienvenida al XP, claro que para mi fue el paseíllo de la vergüenza.
Y ahí me tienes golpeando la cabeza en la mesa y repitiendo una y otra vez mi mantra esencial..Om soy idiota om..
Odio mi autosuficiencia, ese incansable Pepito Grillo que siempre me dice que lo puedo hacer yo solita. ¿Por qué contraté tres años de servicio técnico? ¿por qué no lo apague? ¿no podía estarme quietecita y llevarlo mañana a reparar?. No, claro yo soy muy lisssta.
Lo peor fue cuando tuve que llamar al 1004 para que me ayudaran a instalar el router..
-Verá es que mi sobrina ha estado jugando con el ordenador y creo que ha hecho un reset en el router, ( es decir, intento hacerle creer que ha metido la punta de un boli en un agujero minúsculo), ya sabe cosas de niños..

Cuatro horas más tarde, y no exagero, ya había instalado los programas, pero de todo lo demás ni rastro.
Hace unos meses decidí empezar de cero y creo que mi ordenador secundo la moción. ¡Cuidate de tus deseos!!
Me han instalado un antivirus, y no es un panda no, es un pit bull con bazuca. Aunque si me vuelve a pasar seré buena chica y lo llevaré al servicio técnico, Ah! y no olvidaré hacer copias de seguridad.

Ligar

Es un deporte que procuro practicar a todas horas. Voluntaria o involuntariamente . Lo practico en todas sus modalidades, risa a carcajadas, disimulada, nerviosa, con hipo, incontrolable, pegadiza, irónica.....

De pronto oigo un sonido que parece chatarra Ligar ladera abajo de un precipicio al borde del mar.
Pongo más atención, abro los ojos, momentáneamente cegada y con todos mis sentidos alerta, hasta que descubro de dónde procede el ruido. El lugar exacto está situado entre mi ombligo y mi epiglotis.
Creo que me estoy riendo.

Es más: me estoy descojonando aunque no posea todos los recursos naturales necesarios para lograr tamaña hazaña. Sí, me río a carcajada limpia. Me mondo como una patata, emito risitas de perro, de hiena, de soldado borracho, de idiota que está contenta. Me río de la riqueza y la pobreza, del caos, de la vida que nos regalan sin habernos preguntado antes, de los impuestos municipales, de mi colitis de hace unos días. Me río con franqueza, con entusiasmo, con una técnica exquisita. No creo que nadie sepa reírse tan bien como yo, en este continente al menos. Me río seriamente y con firmeza; soy una náufraga encantada de serlo en el mar de la risa. Tengo una crisis de risa. Me río de costado, de frente, de perfil, en decúbito y en postura sedente. Estoy delirando de risa. La risa me da un masaje en las meninges y me refriega los dientes. Mi risa es retrospectiva, aunque tiene vocación de futuro y desea lo venidero, se quedará hasta mañana pasado y al otro. Tiene trapío mi risa, no se disipará ni aunque se me acabe el aire que respiro. Ni cuando Ligar al viento mis cenizas me habré quedado sin risa.

A la caza del último hombre salvaje. De Angela Vallvey (medalla olimpica en esta modalida).